Hay, dentro de la colombofilia muchas facetas o apartados que se van desarrollando a lo largo del año: la cría, los primeros vuelos, los tratamientos sanitarios, la limpieza del palomar, los baños, los tratamientos para la muda, etc. etc.etc. Algunas de estas facetas son más entretenidas, más amenas y otras más tediosas y aburridas, pero si hay una cosa en la que casi todos los aficionados a las mensajeras solemos estar de acuerdo es en que nos gusta soltar a nuestras palomas lejos para saber que han sido capaces de, sin ayuda de nada ni nadie, tomar la ruta precisa, volar el tiempo necesario y regresar a casa, al palomar, a nuestro lado.
Así que un buen día, cuando consideramos que las palomas ya están preparadas las metemos en una cesta y las trasladamos, normalmente en coche, hasta el punto que hayamos elegido para su liberación, abrimos la jaula y observamos las evoluciones del bando mientras gira en el aire buscando el camino entre las tres dimensiones que las llevaran hasta sus rutas de regreso.
Luego, al regresar a casa, no bajamos del coche y acudimos rápidos al palomar a ver quien ha sido el más rápido en regresar, ellas o nosotros y observar si se ha producido alguna baja o todas nuestras pupilas han regresado.
Si somos colombófilos experimentados este tipo de entrenamientos se convierte en rutina y no suele tener gran trascendencia más allá del de dar una adecuada preparación a las palomas antes de que lleguen los primeros entrenamientos con el club o la correspondiente federación, pero si somos colombófilos noveles esta puede ser para nosotros e incluso para nuestras palomas una prueba de fuego ya que incluso contando con un buen plantel deportistas alados, palomas de calidad, nuestra inexperiencia nos puede hacer fracasar, y en colombofilia el fracaso siempre se traduce en la perdida de algunas palomas, a veces muchas más de lo que sería normal para una distancia tan corta.
Bien, entonces ¿cuáles serian las medidas que deberíamos tomar para que un entrenamiento de carretera no se convierta en catastrófico?, partiendo evidentemente de la base que nunca vamos a poder intervenir en todas las variables que se van a dar en él.
Bueno, pues lo primero que tendríamos es que asegurarnos que nuestras palomas ya están suficientemente entrenadas y preparadas para aguantar en el aire sin detenerse y volando a buena velocidad no los 15, 30 o 45 minutos que les llevaría el llegar en condiciones normales desde el punto de suelta hasta el palomar, sino al menos el doble del tiempo calculado ya que si surge algún problema, si el viento las desvía, si un ave de presa las ataca o una tormenta las sorprende en su vuelo de regreso, el esfuerzo que tendrán que hacer será mucho mayor y por eso siempre hay que prever este tipo de contingencias, por ello, hasta que las palomas no vuelen sin dificultad alguna al menos durante 35 o 40 minutos alrededor del palomar no nos aventuraremos a soltarlas lejos, y quiero insistir que deben volar “sin dificultad” es decir, sin detenerse y sin ni siquiera tener intención de hacerlo, y por supuesto, cuando finalicen el entrenamiento los picos estarán cerrados, si las palomas respiran con la boca abierta al final de un entrenamiento los más probable es que este un poco gorda y en baja forma por lo que aún no estará preparada para una suelta de carretera. Aumentar la proporción de cebada en la comida nos puede ayudar en estos casos.
Pero si nuestras palomas dan signos de ya encontrarse en situación de ser encestadas en las jaulas que las llevarán lejos del su nido, de su pareja o de sus pichones, actuaremos de la forma más prudente posible y teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
1º) A ser posible soltaremos las palomas por la mañana temprano para que en caso de que surja cualquier problema tengan muchas horas de luz para volar hacia casa. Si las soltamos cerca del anochecer y por ejemplo un halcón las persigue durante un buen rato, es muy fácil que una o varias palomas tengan que pernoctar fuera de casa y corran el riesgo de ser apresadas durante la noche por alguna persona o animal y nunca más regresen.
2º) Deberemos asegurarnos de que las condiciones atmosféricas son las adecuadas, sin lluvias ni vientos fuertes. Es mejor suspender una suelta o retrasarla que hacerlo en malas condiciones aunque la distancia a cubrir por las palomas no sea más de 15 o 20 kilómetros. Incluso en estas distancias tan cortas las tormentas y los vientos pueden hacer que se pierdan palomas que en condiciones adecuadas regresarían sin dificultad.
3º) Hacer el viaje con clama, procurando que las palomas no se mareen en el traslado y una ver llegados al punto de suelta, sacarlas del coche y dejarlas tranquilas al menos durante 15 o 20 minutos para darles tiempo a recuperarse. Si se las deja más tiempo las palomas saldrán de la jaula en muchas ocasiones ya totalmente orientadas en línea casi recta hasta su palomar. Si tenemos demasiadas palomas en la misma cesta hay que tener en cuenta que sufrirán un estrés considerable y las frecuentes peleas y cambios de posición dentro de la jaula no les permitirá observar el movimiento del sol, por lo que en estos casos es posible que las palomas no salgan orientadas aunque estemos un rato largo en el punto de suelta a la espera de su liberación.
4ª) En colombofilia las prisas no suelen ser buenas consejeras así que es preferible tener paciencia y realizar mayor numero de entrenamientos a distancias más cortas, incluso dividiendo nuestro bando en varios, soltando una cesta solamente después de que ya hayamos perdido de vista a las de la cesta anterior, pues así, si algo va mal, si un predador ataca y desconcierta, persigue y deshace el bando, al ser este pequeño el riesgo será menor, y el resto de los bando pueden no tener ningún tipo de problemas. De hecho yo suelo hacer los entrenamientos de carretera soltando en grupos de 5 en 5 palomas, aunque en lugares en los que no haya tantos halcones y azores como en Asturias quizás no sea necesario tomar tantas precauciones. Por otra parte, soltando a las palomas de 5 en 5 con una diferencia de unos 10 minutos entre bando y bando (el tiempo necesario para ya no ver a las que las preceden en el horizonte), las palomas reciben una mejor educación pues tiene que “trabajar” más para volver a casa y les es más difícil regresar “a remolque” de la bandada.
5º) Muy importante es que las palomas tengan el estomago vacio, tanto en el momento en que las introducimos en el maletero de nuestro coche, como evidentemente en el momento en que las soltamos, ya que así evitaremos el vómito con el consiguiente malestar que esto produce al animal, y la consiguiente deshidratación, de consecuencias normalmente más graves que el que la paloma pueda pasar un poco de hambre durante unas horas. Además la comida en el buche es un lastre innecesario para el vuelo y hará que a su regreso la paloma sea más reticente a la hora de entrar de nuevo en el palomar. Un estomago vacio, además de ser más cómodo para el propio animal, asegura una entrada veloz ya que la paloma conoce nuestros hábitos y sabe que le habremos puesto comida en el comedero para que se la encuentre al regreso del entrenamiento.
6º) En relación a desde que distancia hacer los entrenamientos, esto es fácil, lo mejor es comenzar por soltar las palomas a más o menos 5 kilómetros e ir doblando la distancia. Si esto se hace desde los cuatro puntos cardinales, pues “miel sobre hojuelas”.
César González
César González