La fatiga, es la causa de numerosas pérdidas de palomas.
En cualquier animal o ser humano es la sensación de cansancio o agotamiento que se produce debido a la realización de ejercicio físico.
Pero, ¿Qué es la fatiga?, podemos definir la fatiga como una limitación en la capacidad de producir trabajo, y se debe principalmente a la incapacidad de utilizar energía a la velocidad requerida para satisfacer las demandas energéticas de los músculos.
Entre las principales causas de la fatiga encontramos el exceso de trabajo físico, el cual supera los límites de tolerancia de la paloma, bien sea por el elevado volumen de los mismos (numerosas participaciones en pruebas difíciles) o por la deficiencia en los descansos al no respetar el colombófilo estos periodos de reposo que el ave necesita entre vuelo y vuelo, pudiendo ser así mismo la fatiga provocada por una alimentación incorrecta e incluso por la deshidratación, todo lo cual lleva a una serie de estados, carencias y alteraciones fisiológicas como son:
· Disminución de las reservas energéticas.
· Acumulación de sustancias resultantes del metabolismo, como el ácido láctico (las famosas agujetas, que nuestras palomas también padecen aunque no se puedan quejar de ellas).
· Cambios enzimáticos, electrolíticos, hormonales, celulares, etc.
Todas estas causas carácter fisiológico dan lugar a lo que se conoce como “fatiga física”, pero un proceso de fatiga también viene acompañado de mermas en otros niveles:
· La fatiga mental, que entre otras causas, hace que la paloma sufra de una pérdida de la necesaria concentración para centrarse en su objetivo, el regreso a su palomar.
· La fatiga emocional, es decir, la ausencia o alteración de los estímulos emocionales necesarios para alcanzar el rendimiento óptimo.
· La fatiga sensorial que conduce a disminuciones en la percepción visual, auditiva e incluso táctil ( he visto alguna vez como palomas realmente cansadas tras y largo vuelo tienen dificultades para sostener con el pico los granos de comida y se les caen)
Así pues podemos hablar por un lado de fatiga física (motora y coordinativa) y por otro de fatiga nerviosa (mental, sensorial y emocional) pero que no se manifiestan de forma aislada e independiente, sino que lo hacen de forma combinada dando lugar a diversos síntomas.
Síntomas:
Los síntomas que podemos observar en nuestras palomas mensajeras y que nos harán evidenciar en ella un estado de fatiga son:
a) Sensación de cansancio incluso al realizar las acciones más simples y ligeras, tales como el subir a su nido o al posadero o en el diario entrenamiento.
b) Pesadez muscular en ocasiones acompañada de molestias o pequeños dolores, difíciles de evidenciar si no se en un avispado observador.
c) Alteraciones en el ritmo cardíaco y respiratorio.
· Falta de coordinación en los movimientos (se aprecia sobre todo en los aterrizajes en el tejado o al intentar subirse al nido o posadero) y errores en la ejecución.
· Deseo de dejar de realizar los ejercicios (la paloma se para en el tejado y en el momento que usamos la bandera para que continúe volando buscará otro tejado, cable o poste para descansar y quedar en él apática y algo embolada)
Si el proceso de la fatiga es continuado y se debe a un sobre-entrenamiento pueden presentarse signos como:
· Irritabilidad y apatía.
· Alteraciones en el sueño.
· Pérdida de peso.
· Descenso exagerado en el rendimiento.
· Falta de concentración y atención.
Que hacer en caso de fatiga o para evitarla (tratamiento):
Primero debemos diferenciar la fatiga sobrevenida debido a un esfuerzo puntual y la producida por un trabajo prolongado y continuado en el tiempo que dará lugar a un estado de sobre-entrenamiento.
En el primer caso lo aconsejable es: Descanso adecuado, realizar un trabajo de recuperación y relajación, e incluso aplicar alguna técnica de recuperación como el masaje o la hidroterapia (un baño forzado en agua templada suele resultar reparador para la paloma).
En el caso de sobre-entrenamiento deberíamos analizar todas las posibles causas y por supuesto distinguir si este se da en el bando entero o en una o varias palomas determinadas.
Si la fatiga aparece en todo el equipo, lo más probable es que nos hayamos excedido en el entrenamiento. Debemos tener en cuenta que el estado de forma, no es perdurable de manera indefinida, y es posible que una vez superado ese momento de forma el equipo sufra un notable bajón en el rendimiento colombófilo.
En caso de que sea uno o varios individuos los que muestren fatiga, lo más probable es que acusen en esfuerzo realizado en el último concurso o entrenamiento de carretera.
Reducir el entrenamiento o realizar un reposo deportivo si fuera necesario, dieta adecuada e incluso aporte de suplementos vitamínicos, utilizar métodos de relajación tales como permitir el apareamiento a las palomas si se encuentran separadas por sexos, etc., pueden ser formas válidas de recuperar la buena forma física de nuestras aves.
Las palomas que no practican deporte (los reproductores) no tienen problemas de fatiga crónica (a no ser que no las dejemos descansar en invierno y queramos continuar criando sin cesar).
De todas formas, en estos palomares de reproducción, llevar a cabo una correcta alimentación es igualmente importante para que así tengan las palomas energía suficiente para criar adecuadamente a sus pichones.
La alimentación tras el ejercicio:
La alimentación que tiene lugar tras un entrenamiento o después de una competición tiene tanta importancia como la que se lleva a cabo antes de la misma. Si la alimentación tras el ejercicio no es la adecuada, ni se ingieren los líquidos perdidos, la paloma no se va a recuperar adecuadamente o va a necesitar un mayor periodo de tiempo para conseguir estar a punto, por lo que en el entrenamiento o la competición siguiente no va a obtener el rendimiento deseado.
Es importante que la paloma coma alimentos ricos en hidratos de carbono como maíz, trigo, arroz y cebada durante los 15 minutos siguientes a un entrenamiento o al retorno de una competición, de modo que los músculos puedan recuperar el glucógeno perdido. Pero en una dieta de recuperación también es importante no olvidar las proteínas (guisantes, feverol, veza y otros leguminosos), pero sin abusar de en su cantidad, ya que estos leguminosos pueden hacer que la recuperación del glucógeno durante las primeras horas después de la competición sea más rápida.
Aporte de líquidos:
El agua en el cuerpo de la paloma tiene varias funciones tales como la de regular la temperatura corporal, el formar parte del componente sanguíneo (casi el 90% de la sangre está formada por agua) y como sabemos, a través de la sangre se transportan los nutrientes y el oxígeno que necesitan los músculos y sistema nervioso del ave durante el ejercicio, se transporta el dióxido de carbono y además es un medio de transporte de otras substancias como grasas, proteínas, vitaminas y minerales, ácido láctico y otros productos del metabolismo.
Si entendemos que el agua que pierde una paloma durante el ejercicio es agua del componente extracelular (gran parte del que compone la sangre) entonces podemos deducir que el volumen de sangre circulante disminuye, afectando el transporte de oxígeno, dióxido de carbono y nutrientes, reduciendo su capacidad para regular la temperatura corporal y aumentando así el trabajo de su corazón.
Si no se repone la pérdida de líquido, la temperatura central asciende rápidamente, y en casos severos se puede llegar a producir un golpe de calor (hipertermia severa).
Tras una competición o un entrenamiento intenso, la paloma pierde cantidades importantes de líquido, por lo que conviene reponer estos líquidos perdidos lo antes posible. Para ello, una buena opción son los preparados de electrolitos que se pueden conseguir en tiendas de colombofilia, pero si preferimos ser nosotros mismos quien compongamos las bebidas isotónicas que se encontraran nuestras palomas en el palomar, el zumo de limón o té y una o varias cucharadas de miel, harán que además de agua, la paloma recupere azúcares, vitaminas y minerales perdidos por el esfuerzo.
Si se realiza un entrenamiento no excesivo, se descansa lo necesario y se lleva a cabo una alimentación correcta tanto antes como después del ejercicio, se consigue que la paloma se recupere más rápidamente y pueda prevenir la aparición de la fatiga crónica.
César González