La
verdad es que soy poco partidario de dar complementos a las palomas, con los
años cada vez más, pues al principio experimente con muchos productos y acabe
sacando la conclusión de que por mucho que se añada en la comida o en el agua
de la paloma, nunca vamos a ser capaces de convertir a una mala paloma en un
campeón, y lo único que haremos es maltratar el organismo de la paloma y
nuestra economía.
Sin
embrago hay algunos pocos aditivos que si considero que tiene efectos beneficiosos
reales en la paloma y que su utilización está probado que da buen resultado si
se usa de forma adecuada, sin exceso ni defecto. Uno de estos productos es la
levadura de cerveza de la que ya he hablado en un artículo anterior e incluso
tengo un video tutorial el cual se puede ver y escuchar si se desea en esta dirección o enlace de internet: https://www.youtube.com/watch?v=gt8NFSuzcbo
Rico en
ácidos grasos Omega 3 con la adición de la vitamina A y D, su consumo moderado
asegura un correcto crecimiento de los jóvenes atletas alados, evitando los problemas de raquitismo que se dan
sobre todo en época invernal o cuando no se está administrando a los
reproductores la ración adecuada, pues este aceite hace de suplemento
alimenticio que cubre las carencias.
Hace años, para su
administración compraba en la farmacia más próxima el aceite y un cuentagotas,
dándoselo directamente a los pichones en el pico de manera forzada, a razón de
un par de gotas en el momento del anillado, otro par de gotas a los 15 días de
edad y una última toma en el destete. Es maravilloso ver como todos los
pichones se van desarrollando fuertes y sanos, como les sale una pluma sedosa y
brillante y hasta parecen más espabilados e inteligentes con sólo unas gotas de
aceite de hígado de bacalao.
En casos en los que se ve que
por haber nacido un día u horas más tarde uno de los dos pichones que componen
la puesta se desarrolla más pequeño, después de anillado se le administra un
par de gotas en días alternos y normalmente antes de una semana ha alcanzado el
tamaño de su hermano mayor.
En época invernal si las
temperaturas son muy bajas también refuerza el crecimiento del pichón y le
proporciona las grasas necesarias para enfrentarse con más fuerzas a las crudas
temperaturas del invierno.
Este método de administración,
aunque muy económico, tiene un pequeño inconveniente, no tanto para el pichón
como para el colombófilo. Y es que el aceite de hígado de bacalao tiene un
fuerte olor que si no tenemos extremo cuidado, cosa que es difícil pues el
pichón no va a ponérnoslo fácil, acabara impregnando nuestras manos e incluso
nuestra ropa y que es difícil de quitar, incluso después de lavarse las manos
varias veces.
César González