Fotos 1 y 2 |
Normalmente, las palomas mensajeras, después de la primera muda, es decir, aquella en la que tiran su plumaje juvenil, de pichón y lo cambian por el que lucirán durante toda su vida adulta, muestran una riqueza de color mucho mayor.
Colores
más vivos, más espectaculares son los encargados de dar muestra de su salud, su
vitalidad y su buena carga genética y condición general con objeto de atraer al
sexo contrario en el momento de la reproducción que, al fin y al cabo, es el
momento más importante en la vida de cualquier ser vivo.
Un
plumaje sucio, deslustrado, apagado, aparte de no ser deseable en colombofilia,
para una hembra en época reproductiva, para un macho a la caza de pareja,
tampoco es algo atractivo sexualmente y por eso debemos cuidar el estado de la
pluma de nuestros reproductores.
No
cabe duda que en palomas que se encuentran recluidas en una jaula o un palomar,
el instinto de reproducción será siempre mucho más fuerte que la elección de la
mejor pareja, pues muchas veces no les queda otra opción que aceptar a la que
nosotros les hemos seleccionado. Pero si tienen capacidad de elección entre
varios ejemplares, aquellos con plumas defectuosas van a tener muchas
dificultades para conseguir pareja, al menos una pareja deseable y con suerte
se tendrán que conformar con un ejemplar de su mismo porte y apariencia.
La
edad va restando brillos y matices a las plumas de nuestros ejemplares
reproductores, en menor medida cuanto mejor alimentados y tratados este, pero
por muy bien que los cuidemos, los efectos de la edad son inevitables y todos
sabemos que una paloma anciana nunca disfrutara de una calidad y belleza en el
plumaje como si se tratara de un ejemplar joven.
A
parte de lo anteriormente mencionado, que es regla general es muchas palomas
mensajeras, en realidad en la mayoría, algunos genes que intervienen en el
colorido del plumaje funcionan de manera diferente en algunos casos.
Por
ejemplo, aquellos ejemplares a los que denominamos como “color almendra” van
cambiando las tonalidades de sus plumas con el tiempo, intensificándose sus
características cromáticas con el tiempo, tal y como se puede ver en algunos
ejemplos fotográficos que ilustran este artículo (foto 1 y 2).
Algo
parecido pasa con el color “qualmond” que al fin y al cabo no es más que una
variación del anterior y que muestra unas características muy similares por no
decir idénticas (foto 3).
Foto 3 |
Otro
caso singular lo evidencian las palomas con capa de plumas que denominamos “atigrados”, los cuales
pueden suelen tener una coloración uniforme antes de la primer muda, mostrando
solo tras esta todo su esplendor cromático, surgiendo la plumas blancas sobre
fondo colorido que hacen tan atractivos visualmente estos ejemplares (fotos 4,
5 y 6).
Fotos 4, 5 y 6 |
He
de mencionar que en el caso de los ejemplares almendra y qualmond, los machos
siempre muestran una paleta de colores más variada que las hembras, que son un
poco más monocromáticas (foto 7). Cosa que no ocurre en los atigrados.
Foto 7 |