No nos engañemos, el palomar ideal no existe, tengamos el palomar que tengamos, en algunas épocas habrá departamentos que nos resulten pequeños o grandes, que deberían ser mas cerrados a los vientos o que nos gustaría estuviesen más abiertos y soleados. También un palomar que nos resulta adecuado para un sistema de juego, ya sea este el natura, por ejemplo, puede no servir si queremos cambiar y viajar viudos en ese mismo espacio físico, siempre y cuando, claro esta, no lo adaptemos al nuevo método de vuelo.

· Uno para la reproducción.
· Otro para los viajeros.
· Un tercero para los pichones.
· Y un último departamento o estancia que utilizaremos como almacén.
A esto hay que añadir que si viajamos con el método de la viudez, la semi-viudez o la soltería es necesario un departamento más para poder separar los viajeros por sexos, y también sería deseable otro espacio más para separar los pichones más jóvenes, recién destetados, de los que ya tiene un grado mayor de madurez y están sexualmente más activos.
En definitiva, a la hora de construir un palomar, al menos en mi concepción ideal del mismo, debemos de contar al menos con 6 espacios de 2 x 2 metros para poder albergar un número de palomas que nos permita competir cada año con ciertas garantías de éxito.
El que el palomar sea de madera o de obra, tiene a mi punto de ver menos importancia, siempre y cuando cuente con una ventilación suficiente y en su interior no existan elevadas diferencias de temperatura entre unos y otros periodos del año y entre el día y la noche.
El suelo, siempre y cuando nos lo podamos permitir, será de rejilla, ya sea esta de madera o metálica, pues es la mejor forma de garantizar una buena higiene y una completa salud para las palomas, además de ser más cómodo para el colombófilo, ya que no requiere una limpieza diaria.

Las entradas de aire deben estar situadas de tal forma que la paloma no descanse en lugares en los que existan corrientes de aire.
Para facilitar la higiene de las palomas y evitar que estén en contacto con los excrementos, también puede ser bueno poner rejillas en los nidales, sobre todo en el palomar de los reproductores, ya que así nos evitaremos el tener que limpiarlo a diario, lo cual es una comodidad que con el paso de los años se acaba agradeciendo.


Para finalizar, sólo dejar clara una idea: el palomar debe ser cómodo, tanto para la paloma como para el colombófilo. Por ello, a la hora de su construcción, es mejor gastarse un poco más y construir un palomar que cuente con todo lo necesario para el bienestar nuestro y de la paloma, ya que en un futuro próximo veremos que tanto en las competiciones, como en el día a día, nuestra inversión nos resulta rentable.