Aunque
en colombofilia hablamos normalmente de los distintos métodos y formas de actuación,
formas de hacer las cosas siempre siguiendo unos criterios, costumbres o
gustos, es conveniente introducir de vez en cuando todas aquellas novedades que
hagan evolucionar al deporte y mejorar el rendimiento deportivo.
Hace
unos años, los relojes electrónicos comenzaron a hacerse habituales, con ellos
las palomas son controladas a la llegada del concurso sin tener que ser
perseguidas y luego apreendidas en el palomar, evitándoles un estres a la
entrada que al ser repetido en distintos concursos hace que la paloma sea
desconfiada y reacia a entrar al palomar después de tres o cuatro pruebas con
reloj. Así mismo para el colombófilo es mucho más cómodo el estar
tranquilamente viendo las llegas y en caso de tener que ausentarse por motivos
laborales, ocio o cualquier otra circunstancia, las palomas siguen siendo
controladas a su llegada sin tener que depender de un tercero que nos haga el
favor de sustituirnos en un momento determinado.
Evidentemente
el coste de los reojos electrónicos y de las anillas chip es un hándicap, en un
deporte ya caro de por sí y en el que se pierden numerosos ejemplares todos los
años, despareciendo con ellos los chips de sus patas, por eso espero que la
nueva Junta Directiva de la Real Federación Colombófila Española encabezada por
José María Vaque Gavito, en el cual tengo toda la confianza sobre su buena gestión,
realizara las gestiones oportunas para que este capítulo se haga cada vez menos
costoso para el colombófilo, más aún en tiempos de crisis como los que nos
encontramos que están minando tremendamente la práctica del deporte alado.
Hace
tiempo también que se vacuna a las palomas, otra novedad que ya está siendo una
rutina y que a demás de ser una medida preventiva yo diría que imprescindible,
nos ahorra muchos disgustos futuros por un poco de trabajo y dinero.
También
son muy frecuentes en los últimos tiempos los palomares que utilizas piensos extursionados
en pellest para gallinas u otras aves como ración sobre todo en el palomar de
cría. Desconozco el valor nutritivo de estos extursionados, pero dados los
resultados parece que deben ser buenos pues los pichones crecen muy bien y los
padres una vez habituados a ellos, suelen comerlos sin problemas, y si tenemos
en cuenta que el adulto regurgita la comida y el pichón tiene que alimentarse
por medio de este método, no cabe duda que los reproductores sufren mucho menos
regurgitando la papilla que se forma tras ingerir estos extursionados, que
teniendo que hacerlos con granos de maíz o guisantes enteros que, además, tras
unos minutos en el estomago del ave hinchan haciéndose aun más grandes.
He
de reconoceros que yo personalmente era bastante reacio a utilizar estos extursionados,
pero tras ver el resultado, en un invierno y primavera como la actual con un
tiempo poco favorable para la cría de los pichones por la elevada pluviosidad, humedad
y días fríos, he de reconocer que los pichones se están desarrollando magníficamente,
mejor que si sólo comieran la típica ración de cría comercial, que dicho sea de
paso también tienen a su disposición las parejas reproductoras para que puedan
tener a su alcance una dieta lo más variada posible, un buen grit y el indispensable
según mi criterio vitamineral hace el equipo completo y necesario para lograr
una excelente cría, pichones sanos y bien desarrollado que puedan demostrar en
un futuro en las competiciones la clase que han heredado de sus padres.
Es
difícil por no decir imposible saber lo que el futuro deparará a nuestro
deporte, pero debemos de estar atentos y expectantes a todas las novedades,
para así ir mejorando poco a poco y no quedarnos atrás, pues en colombofilia
como en lo demás, el que no avanza retrocede, y mucho más cuando se trata de
actividades deportivas.
Debemos
también ser muy cautos, pues no necesariamente todo lo nuevo es mejor que lo
antiguo, y los comerciantes intentan vendernos muchas veces la pócima mágica
que convertirá a nuestras palomas en misiles alados, y no olvidemos que no hay
más pócima mágica que el cuidado continuo de las palomas, la selección de los
progenitores, un entrenamiento bien dirigido, una alimentación variada y de calidad
y salud, mucha salud.
César
González