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MI EXPERIENCIA CON LAS PALOMAS BLONDINETTE


Paloma Blondinette
Hace unos años, aproximadamente diez, me dedique durante una época que creo recordar duro 3 o 4 años a la tenencia y cría de la paloma de raza Corbata Oriental Blondinette, para mí una de las más bellas razas de palomas ornamentales o de fantasía.
Esta paloma, de tamaño medio, carácter dócil y bello plumaje, resulta un verdadero reto pues al presentar una figura tan singular, requiere un adecuado trabajo de selección en pos de conseguir ejemplares que muestren una armonía suficiente como para poder ser incluidos en la raza. 
Y es que la paloma Blondinette posee muchas de las características que presentan otras razas, pero unidas en un mismo ejemplar, el cual exhibe una bonita corbata en su pecho formada por plumas ligeramente rizadas que en dos líneas casi rectas cubren buena parte de su potente pecho. Unas plumas en la parte trasera de la cabeza desdibujan el contorno de su cráneo dotándolo de una hermosa concha, más bien un moño que debe estar bien formado, recto y sin defectos apreciable.
Las patas calzadas, con plumas que cubren sus tarsos y metatarsos, no de mucha largura, pero que deben cubrir tanto la pata como los dedos del ave y desde luego deben de mostrarse limpias y sin plumas rotas que afeen esta zona de la Blondinette.

A esto le debemos unir una cabeza poderosa, acarnerada, finalizada en un pequeño pico similar al de un loro y que al mismo tiempo que resaltar su belleza, resultan un hándicap más que considerable para la cría de ejemplares de esta variedad acorbatada.
Todas estas características de forma y plumaje, unidas a la belleza de dibujos y coloridos de la pluma, con tonos blancos, negros, marrones, rojos, amarillos, azules, etc., todos ellos ribeteados o barrados, la coronan como la reina de las palomas ornamentales, el sumun de la selección dirigida por los colombicultores de todo el mundo.


Cuando finalmente me decidí a intentar conocer a fondo esta raza y criar ejemplares que como mínimo fuesen dignos de ser considerados como miembros de las blondinettes, acompañado de un buen amigo partimos en un viaje relámpago hasta llegar a la región francesa de Burdeos,  ya que conocíamos en el vecino país, en esa vinícola región, famosa así mismo por el queso azul francés por excelencia, el reputado Roquefort, muy similar aunque a mi parecer menos sabroso que nuestro cabales, del cual aquí en Asturias somos maestros productores, conocíamos como digo a un extraordinario criador de esta variedad de palomas, Roger Bouygues.
Roger Bouygues nos estaba esperando en casa de nuestro amigo Fagout con un buen bando de Corbata Oriental Blondinette de gran calidad y entre las que poder elegir unas parejas para extender su linaje en nuestra península ibérica.
Más contentos que un niño tras la noche de reyes, regresamos a nuestras verdes tierras Asturianas cansador por la “fartura” de kilómetros que habíamos hecho en tan solo 25 horas, pero tremendamente ilusionados por los ejemplares que traíamos en el maletero del coche y que esperábamos fuesen el origen de muchos días disfrute colombicultor.

Preparados los palomares para recibir a tan ilustres residentes ya antes de partir a por ellos, con una escrupulosa limpieza, desinfección y pintura, ya sólo queda esperar a que la cercanía de la primavera favoreciese el celo de los adultos, con objeto de no tardar en ver las cazuelas llenas de pichones de picos cortos, plumas singulares y exóticos colores, más aún para mi, acostumbrado a criar palomas mensajeras de gran fondo  las cuales, inevitablemente suelen vestir de forma habitual con colores azules y rodados o prietos, quizás para pasar más desapercibidas en las batallas a las que tendrán que acudir en su vida deportiva y en las que los depredadores no perdonan la vida de ejemplares más vistosos.

Dada la información que tenía y viendo el minúsculo pico de la blondinette, la utilización de mis mensajeras como nodrizas de las blondinettes era la opción con más sentido común y que podía garantizar un mejor resultado de cría. Y así fue como tras la puesta de huevos por parte de las parejas de blondinettes, algunas parejas de mensajeras pasaron a ser las responsables de la incubación y cría de la futura generación de pichones.